Estelas toledanas
Las llamadas “estelas de guerrero” que aparecen en los territorios aledaños de los vados del Cerro de la Mesa y Talavera proceden de Aldeanueva de San Bartolomé, Las Herencias, Arroyo Manzanas y Barranca del Águila y constituyen por si mismas un conjunto con la suficiente entidad para configurar el límite oriental de la distribución de este tipo de elementos en el Valle del Tajo.
El núcleo central de las estelas, sería, según algunos autores, las penillanuras cacereñas entre el Tajo y las Sierras de San Pedro y Montánchez, estableciéndose una cierta correlación entre este núcleo central y los recursos mineros de las penillanuras. "Las llamadas “estelas de guerrero” que aparecen en los territorios aledaños comparten los mismos códigos de exhibición de status". Algunos autores proponen que si bien la distribución de las estelas vista desde fuera de las comunidades que las utilizan muestra una vinculación con vías y puntos de comunicación, no es menos cierto que por lo general las distintas comunidades que las utilizan se vinculan en su utilización del territorio a las vías de comunicación. En estos territorios las comunidades que las utilizan y se sirven de ellas están experimentando un proceso de jerarquización. Los individuos o grupos que emergen de esta jerarquización son los que controlan los distintos circuitos o redes de intercambio, lo que explicaría las semejanzas iconográficas de los distintos grupos de estelas, que comparten los mismos códigos de exhibición de status.
Las diferencias en la distribución de las estelas en las Cuencas del Tajo y el Guadiana, cuya proyección temporal conlleva un programa iconográfico cada vez más complejo, parece corresponderse con movimientos poblacionales que, tomando como ejes los dos ríos, se orientan hacia la Meseta y el valle del Guadalquivir.
Los cinco ejemplares toledanos que se conocen por el momento, parecen ilustrar ese movimiento poblacional que pretende controlar los vados de este sector de la Cuenca del Tajo, y que parece conseguirse con toda claridad en el caso de Talavera de la Reina. Así pues en este momento, que algunos autores caracterizan con el apelativo de precolonial, las comunidades del sector Occidental del Valle del Tajo parecen priorizar en su patrón de poblamiento el control de los puntos de cruce del río, vértices de atracción en los circuitos de intercambio que se modificarán de manera importante al entrar como catalizador de los mismos la expansión comercial de los asentamientos coloniales fenicios.