Clepsidra de Toledo

LAS CLEPSIDRAS Y SU FUNCIONAMIENTO


Tradicionalmente consideradas por la arqueología europea como relojes de agua, las clepsidras tienen también una funcionalidad que está directamente relacionada con su etimología: "ladrones de agua" - de klepto = robar / idra = agua, líquido -.

Documentadas en todo el Mediterráneo a partir del primer milenio a. C. (en la costa siria, Turquía, Grecia continental, Península Itálica o la Península Ibérica), existen una serie de clepsidras con una funcionalidad diferente a la de la tradicional valoración de relojes de agua y más ajustada a la interpretación de “ladrones de líquidos”.

En el caso de las clepsidras documentadas en la Península Ibérica (en Tarragona, Granada, Jaén, Segovia, Cáceres, Murcia o el Alentejo portugués, entre otros) presentan una gran variedad de morfologías, facturas y decoraciones, fechándose, generalmente, en la II Edad del Hierro. La fase más antigua de utilización de las clepsidras en la Península Ibérica va a estar representada, entre otras, por el ejemplar hallado en la tumba de la Casa del Carpio (provincia de Toledo), con una cronología en torno al siglo VII a. C. "Clepsidras para la captación, transporte y vertido de líquidos, tanto en el ámbito doméstico como en el ceremonial". Estas clepsidras configuran un conjunto de ejemplares que por su volumen y distribución geográfica plantean la disyuntiva de a qué tipo de funcionalidad y morfología habría que adjudicar la denominación de "clepsidra" en futuros trabajos y estudios: la tradicional, como medida del tiempo; o la que se ha reseñado para la captación, transporte y vertido de líquidos, con la funcionalidad de recoger y distribuir líquidos, tanto en el ámbito doméstico (para almacenaje o cocina), como en el ceremonial, en santuarios y enterramientos.

PALABRAS CLAVES: Clepsidras | Relojes de agua | "Ladrones de agua"
AUTOR: Proyecto BHIT
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